sábado, 21 de marzo de 2009

BOCHORNOSA LEGÍTIMA DEFENSA



El País, Cali - Marzo 08 de 2009

RAFAEL NIETO LOAIZA

De “episodio bochornoso” calificó Samper el bombardeo a ‘Raúl Reyes’. Y agregó que Colombia no podía comportarse como un “matón” y “debía respetar el derecho internacional”. No compro las pretensiones de internacionalista del ex Presidente. Creo más bien que está sacándose un clavo con Juan Manuel Santos, su enemigo desde el aciago 8.000.

Las declaraciones, sin embargo, no son apenas una muestra de los enconos que anidan en el alma del ex mandatario. Allá él con sus rencores. Ocurre que lo que dice es falso y peligroso. Falso porque Colombia nunca se ha comportado como un “matón”, y porque en la operación contra “Reyes” no violó el derecho internacional. Peligroso porque politiza en el peor sentido de la expresión, un asunto vital para la seguridad y la defensa nacionales, y alienta el uso de territorios extranjeros por grupos ilegales. Y porque da nuevo pie a los reclamos de Correa y sus compadres contra Colombia y los incita a continuar sus relaciones clandestinas con los terroristas.

Como lo dijo el Ministro de Defensa y lo afirmara el presidente Uribe el año pasado, el ataque contra ‘Reyes’ fue “un acto de legítima defensa”. Así lo reconoce expresamente el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que, por cierto, define cuando la fuerza se ejerce de conformidad con el derecho internacional. Basta leer las resoluciones 1368, 1373 y 1378 del Consejo, donde se reconoce el “derecho inmanente de legítima defensa” y se condena a “los talibanes por haber permitido que el Afganistán fuera utilizado como base para la exportación del terrorismo por la red Al-Qaida y otros grupos terroristas, y por haber amparado a Osama Bin Laden, Al-Qaida y otros asociados”. Es decir, acepta el uso de la fuerza contra los terroristas asentados en otros estados y censura a los que les dan refugio. Así las cosas, la posición del Consejo de Seguridad, basada en la Carta de la ONU y en el derecho internacional público, al mismo tiempo que avala la acción colombiana reprueba los contactos del gobierno de Correa con las Farc y su consentimiento a su presencia en Ecuador.

De manera que si de derecho internacional se trata, la conducta reprochable es la ecuatoriana. Es verdad que, sin embargo, la OEA y el grupo de Río se opusieron a la intervención. Habría que advertir que ambas entidades son políticas y en ellas la presencia de amigos de Chávez y Correa es masiva. Y que no tienen autoridad para definir las reglas del derecho internacional. En el Consejo de Seguridad de la ONU no hubiera habido condena a Colombia.


Aclarado lo jurídico, hay que mirar el asunto desde sus consecuencias prácticas. Y ahí tienen razón los militares. Colombia no puede renunciar a su derecho a la legítima defensa sin crear una brecha gravísima a la seguridad y la defensa nacionales. Si los terroristas tienen la certeza de que no serán combatidos si reciben protección de gobiernos extranjeros, usarán esos territorios. Y los gobiernos de extrema izquierda afianzarán sus relaciones con los criminales ¿Habrá que decir que era exactamente eso lo que venía pasando?

No se trata de provocar, y por eso las declaraciones de Santos fueron ciertas pero innecesarias, pero no será con apaciguamientos que salgamos adelante contra el terrorismo.

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