lunes, 25 de agosto de 2008

"LA ESTRATEGIA INTERNACIONAL DE LAS FARC"


Publicado el sábado 23 de agosto del 2008

EL NUEVO HERALD - Miami

RAFAEL GUARIN

Reyes fue un mago para tejer redes de apoyo, penetrar gobiernos y desarrollar campañas de propaganda. Por eso estaba a cargo de la Comisión Internacional de las FARC, movía los hilos del secretariado y determinaba las acciones tácticas de la organización. La revelación de sus correos electrónicos respecto a los gobiernos de Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Brasil y Francia corroboran el parcial éxito de sus planes.

Rotos los ''diálogos de paz'' (2002) la guerrilla comprendió que debía resistir la ofensiva militar y trabajar en la construcción de otro escenario de ''negociación política''. Esto es factible si demostraban que Uribe no las derrotó, se sacudían del señalamiento de terroristas y recuperaban el carácter político que les otorgaron durante años. Para eso, careciendo de legitimidad interna, deciden volcar sus esfuerzos al exterior.

En ese contexto, Chávez y Lula se convirtieron en piezas clave. El secretariado sabía que la interlocución con ambos gobiernos constituía el pasaporte a los restantes, un avance al estatus de beligerancia y al inicio de ''relaciones diplomáticas'' con la instalación de ''oficinas'' de las FARC en varios países. Al fin y al cabo, siguen diciendo, son un Estado en ``formación''.

La mediación por razones humanitarias era la coartada ideal y la mejor consigna movilizadora. Finalmente, los gobiernos que sostenían una relación clandestina con las FARC no estaban frente a extraños, sino profundizando vínculos con quienes tienen afinidad ideológica, consideran hermanos de una larga lucha o aliados en la expansión de la revolución bolivariana.

La situación llegó al absurdo. Hasta el delegado del gobierno suizo encargado de facilitar el acuerdo humanitario terminó de mandadero de los secuestradores. Mientras aparentaba servir a una misión humanitaria cumplía una delicadísima tarea: sensibilizar a Europa para presionar a Uribe y doblegarlo a las demandas terroristas. Como si fuera poco, el despistado Sarkozy reaccionó positivamente ante la solicitud de Chávez y Piedad Córdoba de excluir a las FARC de la lista de organizaciones terroristas de la Unión Europea. ¡Reyes debió llegar al paroxismo!
Chávez les abría puertas con sus aliados y ofrecía apoyo económico, militar y político. Ortega los alentaba, las administraciones de Lula y Correa le decían una cosa a Uribe y concertaban con ellas por debajo de la mesa. Los gobiernos de la región se negaron a calificarlas de terroristas y la mayoritaria elección de presidentes de izquierda les coronaba un ambiente favorable. Era cuestión de tiempo y de calcular hábilmente cada jugada. El gobierno Uribe no percibía la gravedad de los acontecimientos.

La apoteosis sobrevino con la facilitación de Chávez para la liberación de los secuestrados. Esa torpe decisión de Uribe puso en riesgo los éxitos de su política de seguridad y a las FARC al borde de un salto espectacular. Pero no duró. El punto de inflexión de la estratagema llegó con el fracaso de la ''Operación Emmanuel'' y de la misión internacional encabezada por Néstor Kirchner. Fue, nada más y nada menos, que el primer paso orientado a conformar el llamado ''Grupo Contadora'' que daría a las FARC el estatus de beligerancia. El gobierno colombiano estaba contra las cuerdas; si el niño Emmanuel no aparece las mentiras no habrían quedado expuestas.

Empero, la estantería se derrumbó. El mito de la ''resistencia'' comenzó a caerse a pedazos con el aumento de las deserciones, capturas y muerte de cabecillas. Y en el plano político, los ciudadanos se apropiaron de una posición de firmeza contra el terrorismo y sus cómplices foráneos se neutralizaron temporalmente. El simulado giro de Chávez refleja esa realidad.

Con el argumento de que se necesita ayuda de la comunidad internacional para un proceso de paz, las FARC intentaran recomponer las cosas y dar una excusa a los gobiernos amigos para una nueva injerencia en los asuntos colombianos. Mientras tanto, les queda refugiarse en la Coordinadora Continental Bolivariana, cabalgar sobre el lomo de su ''hermano'' Ortega y realizar actos terroristas, como la bomba que en Ituango asesinó a 7 personas e hirió a 52 más.

No hay que llamarse a engaños. Nunca se golpeó tan duro a las FARC pero tampoco nunca llegaron tan lejos. Las relaciones que consiguieron con esos gobiernos se afectaron, no se eliminaron. La guerra de guerrillas hace del tiempo y la paciencia su mejor arma. Para ellos la cuestión ha sido esperar. Su reloj se detendrá si Colombia continúa por el camino de la entereza, optimiza su diplomacia y se acaba la complicidad y la postura ''comprensiva'' de los vecinos frente al terrorismo. Así, las acciones de Reyes quedarán en puro ilusionismo.

1 comentario:

  1. Ya es hora de terminar con este gobierno fascista que está hundiendo nuestra nación y nuestra democracia, es hora de elegir nuevos dirigentes que lleven al país por camino correcto hacia la paz, pero debemos hacerlo de una forma responsable, informándonos muy bien para no dejarnos llevar por ideas populista que a la larga no sirven de nada, recientemente encontré un portal colombiano dedicado a brindar información clara y objetiva, con respecto al tema de las elecciones 2010, el cual me ha ayudado a ver las elecciones con otra perspectiva.

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