domingo, 20 de enero de 2008

CHÁVEZ: LAS ARMAS DEL CHANTAJE INJERENCISTA

EL NUEVO HERALD - Séptimo Día
Publicado el domingo 20 de enero del 2008

"EL DESNUDO DE LA ALIANZA CHÁVEZ - FARC"

www.semana.com
22 de enero de 2008

RAFAEL GUARIN

La realización del socialismo del siglo XXI depende de la capacidad de la revolución bolivariana de construir un mercado y ''un bloque regional de poder''. Para lograrlo, Hugo Chávez parece estar dispuesto a todo, desde la financiación clandestina de campañas electorales y movimientos sociales, hasta el empleo de su aparato militar dentro y fuera de sus fronteras. Su obsesión por edificar la ''Patria Grande'', la misma a que se refieren las FARC, lo convirtió en una grave amenaza para la seguridad nacional de Colombia y la paz en la región.

Las supuestas ''gestiones humanitarias'' para que esa guerrilla liberara 47 personas terminaron por confirmar, no sólo las afinidades ideológicas, las denuncias de complicidad y de tolerancia en su territorio, sino la existencia de una verdadera confabulación con esa organización terrorista. Horas después de que las FARC reclamaran el estatus de beligerancia y de que el ministro del Interior venezolano, Ramón Rodríguez Chacín, dijera a los guerrilleros que ''en nombre del Presidente Chávez estamos muy pendientes de su lucha. Mantengan ese espíritu, mantengan esa fuerza y cuenten con nosotros'', Chávez propuso reconocerles dicho estatus y solicitó a la comunidad internacional que les retire la calificación de terroristas.

Es evidente que cada movimiento de las FARC y Chávez alrededor del acuerdo humanitario obedece a una partitura cuidadosamente escrita, con la diligente asistencia de la senadora colombiana Piedad Córdoba, quien hace una década confesó, después de haber visitado al jefe guerrillero Manuel Marulanda, que su vida ''se partió en dos'', además de estar ''muy bien impresionada por su frescura intelectual'' y su ''compromiso y capacidad de lucha''. Así, cada puesta en escena de este macabro juego busca legitimar la injerencia chavista en los asuntos internos de Colombia y legitimar el terrorismo fariano. En el horizonte se cruzan el logro de la beligerancia y la ejecución del plan estratégico de toma del poder de las FARC con la integración de esta nación al bloque bolivariano.

Esto no es nuevo. Las FARC vienen trabajando desde hace varios años por conseguir la beligerancia y avanzar en lo que Simón Trinidad, preso en Estados Unidos, definió como un ''Estado en formación''. A eso obedece que en 1998 se condicionara el inicio de diálogos con el gobierno Pastrana a la desmilitarización de 42,000 km. cuadrados en el sur del país, de los que intentaron desplazar al Estado. Eso explica la insistencia en que la liberación de los secuestrados sólo es posible si se repite el mismo modelo en los municipios de Pradera y Florida y exigir, para un nuevo proceso de paz, el despeje de los departamentos de Caquetá y Putumayo, cuya extensión supera la de Guatemala, Costa Rica, Panamá, Cuba, El Salvador, Honduras y Nicaragua, entre otros países.

Para el mismo fin, las FARC se valen de un discurso bolivariano, definido antes de la primera elección de Chávez y aprovechan cualquier escenario para tejer alianzas con partidos y movimientos políticos que en el continente se declaran antiimperialistas y seguidores del teniente coronel. En la misma línea procuran hacer presencia en eventos internacionales, dirigen cartas a la Unión Europea y al Movimiento de Países No Alineados, suelen saludar la elección de mandatarios de América Latina, entre ellos la de su ''hermano'' Daniel Ortega, y dicen tener contactos secretos con gobiernos de la región.

Pero la acción más macabra para conseguir beligerancia es chantajear con la suerte de militares, policías y dirigentes políticos encadenados en la profundidad de la selva y sometidos a tratos crueles, inhumanos y degradantes. Lo que despierta repudio es que las ''gestiones humanitarias'' fueran empleadas a manera de camuflaje por Chávez y Córdoba para seguir ese juego y pedir al presidente Nicolás Sarkozy que la UE excluyera a las FARC de la lista de organizaciones terroristas, lo que es un velado chantaje a Francia a cambio de la libertad de Ingrid Betancur. El chantaje ahora se repite al supeditar la normalización de las relaciones con Venezuela a que Uribe acepte las exigencias que sobre las FARC efectúa el gobierno venezolano.

El estatus de beligerancia no allana la paz pero si escala el terrorismo. Si en teoría se obliga a las FARC a respetar el derecho internacional humanitario (DIH), en la práctica se impondrán las palabras de Raúl Reyes: ''Mientras exista la confrontación es imposible humanizar la guerra''. Mucho menos cuando el terrorismo caracteriza los enfrentamientos asimétricos. Lo que realmente obligará a ese grupo a respetar la dignidad humana es la vigencia plena del Estatuto de Roma y la certidumbre absoluta de justicia ante sus crímenes.

Chávez asevera que dicho estatus acaba con el secuestro. ¡Mentira! Le da legitimidad como arma contra el orden político. A partir del reconocimiento de beligerancia será legítimo asesinar y secuestrar soldados y policías con base en otra mentira: que estamos en un conflicto armado no internacional, del cual se desprende otra: son prisioneros de guerra. Alienta asimismo la continuación de la violencia de las FARC, pues ratifica que sus planteamientos político-militares consiguen los objetivos propuestos.

El proyecto farchavista necesita de un gobierno en Colombia ''cuya divisa en política internacional sea la Patria Grande y el socialismo'', en términos del Manifiesto de las FARC del pasado 1 de octubre. A eso se orientan en primera instancia los esfuerzos de las FARC y la revolución bolivariana. Se trata de quebrar la política de seguridad democrática en las urnas, elegir un presidente que lleve a cabo un acuerdo humanitario bajo las condiciones de las FARC y despeje los departamentos mencionados para diálogos de paz. Todo concluiría en una Asamblea Nacional Constituyente que implemente el socialismo del siglo XXI.

Pero el escenario puede ser peor. El reconocimiento de beligerancia que eventualmente haga Venezuela implica comenzar relaciones diplomáticas con un pretendido gobierno en cabeza del Secretariado de las FARC, que bien podría instalarse en Caracas o por lo menos tener una delegación permanente. Del mismo modo, la posibilidad de conceder asilo político a los terroristas y apoyo económico y militar a sus acciones sería una declaración de guerra a Colombia.

6 comentarios:

  1. Pues Rafael, me llama mucho la atención su perfil pues es usted un tipo muy letrado. Sin embargo, como le he hecho saber en uno que otro correo, estoy en desacuerdo con muchas de sus posiciones.

    En este caso, el hablar debeligerancia es un tanto delicado. Yo estoy totalmente de acuerdo con que se le de este estatus a las FARC no porque considere que este grupo no sea terrorista, pues la verdad, sí que lo es, sino con el fin de flexibilizar un poco los calificativos al interior del conflicto interno colombiano, para así, buscarle una solución pacífica a éste.

    Para negociar conflictos, definitivamente, las parte deben ceder en muchos aspectos. El Gobierno Nacional, tiene que ceder en este y así sentar a los guerrilleros en las mesas para negociar.

    En contra posición suya, no hay la más mínima posibilidad que el conflicto interno se acabe con la Política de Defensa de Seguridad Democrática impulsada por el gobierno nacional, pues como le hice saber en algún correo que le escribí, la guerrilla lo único que busca es desestabilizar, ya sea con 30.000 efectivos o con sólo 2.000. Desde esa perspectiva, el gobierno nacional no ha avanzado en lo absolunto en la derrota de las FARC.

    No hay forma de derrotar militarmente a una guerrilla por su forma de hacer conflicto, y además, por su fin último que de hecho, no es el mismo que el de un ejército regular. Ellos no buscan "ganar"... ellos tan sólo buscan "estar". Así, como siguen "estando" están cumpliendo sagazmente con su objetivo. Mientras que el Gobierno y los medios buscan un despista bobos resumido en la frase "es que ahora si puedo viajar por Colombia tranquilo" frace que en muchas ocasiones no se aplica, y que es el fruto de una política cortoplacista que no tiene nada de estructural. En el momento en que la PDSD sea insostenible, las fuerzas subversivas resurgiran y todo habrá sido un despilfarro de tiempo y recursos.

    Por lo tanto, bajo mi planteamiento, si la única salida es la política, y para empezarla se necesita darle estatus de beligerancia a las FARC, pues es necesario hacerlo. Es verdad que una salida política al conflicto no es fácil .... de hecho, los camboyanos se demoraron como 30 años para acabar con su conflicto interno de manera política. Pero es la única vía ... de lo contrario, seguiremos en guerra otros 100 años más, siendo esto probable pues ya llevamos 50 años, que de entrada es absurdo.

    Le dejo que considere esa inquietud. Reitero que el punto no es discurtir si las FARC son terroristas o no, pues como le escribí al comienzo de este texto, ellos hacen de todo para formar una imagen de sanguinarios y bárbaros terroristas. El todo de la discusión, es relajar los calificativos para buscarle una solución real, no nominal, a nuestro conflicto.

    Cordial Saludo.

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  2. De todas maneras a pesar de lo profundamente estudiado y concertado que puediera ser el discurso de Chavez con las FARC lo único que ha hecho es darle razones al señor Alvaro Uribe para subir su popularidad y apoyo solo porque "combate" y rechaza las acciones terroristas de las FARC (nadie niega aqui que son terroristas) desconociendo otros factores violentos que alimentan el mismo conflicto.

    Ultimamente los grupos paramilitares (si, continuan operando) están desplazando y asesinando con nuevo impulso a campesinos e indigenas y los implicados en parapolítica están escapando a la justicia con argucias, complicidad y corrupcion, sumado al narcotráfico que en vez de disminuir aumenta y alimenta a todos los actores armados. Un gobierno que este desconociendo esto y solo haga ver a las FARC como los únicos malos del paseo no aporta en nada a la solucion del conflicto pues, si llegaramos al utópico de una derrota militar de las FARC no demora en formarse una guerrilla nueva debido a este fenómeno de injusticia y doble moral el cual es más viejo y más de fondo.
    De esa forma la gente oprimida no encontrara salidas pacíficas o políticas al conflicto sino vera en las armas la salida a la injusticia social que a la larga es el verdadero orígen de este conflicto. De seguir así Chavez y Uribe no están aportando absolutamente nada a la solucion y cuando se vayan se retiraran con sus buenos dividendos y nos dejan el problema ahí. Ellos dos solo están polarizando al pueblo y no buscan soluciones pacíficas y políticas al conflicto, cuando alguien es necio es difícil pero si le aplauden su necedad es peor!!

    Todos sabemos que muy a pesar de los intereses, las políticas, los gobiernos, los negocios y los líderes. La violencia solo genera más violencia.

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  3. En mi opinión el dejar de llamar asesino, genocida, secuestrador, narcotraficante en fin "terrorista a quien loes, requiere de muchísimo mas que el simple hecho de que deje de hacerlo y "cambie de carrera" para buscar el perdón. Moralmente es imposible dejar de calificar a alguien como lo que siempre ha sido, ni aunque tomen un rumbo diferente al final del camino para engañarnos, los paramilitares serán siempre paramilitares, asesinos, genocidas, secuestradores, narcotraficantes, en fin "terroristas", los guerrilleros igual, eternamente Serán "guerrilleros Terroristas" no importa si el discurso de los protagonistas actuales propone lo contrario, ni Chávez, ni Zarkozy, ni Clara Rojas, no siquiera nuestro representante ante el mundo, el presidente Uribe, podrán esconder la realidad de la barbarie cometida por los guerrilleros y los paras, podrán ser perdonados y exonerados por la ley, pero no por la conciencia humana.
    Es claro que detrás de todo lo que sucede hay intenciones que se translucen y delatan un propósito maquiavélico de los "TERRORISTAS" de las farc y su cómplice, el Hitler criollo, Chávez, dicho propósito es llevar a la insurgencia armada a la legitimidad política y asi alcanzar un escaño en al ámbito nacional desde el cual se apoyaría con uñas y dientes la causa bolivariana de "Hugo Chávez" de esta forma llevarían al país el pensamiento izquierdista de las FARC y del "comandante" Venezolano. Todo esto pretenden lograrlo desestabilizando al país, desprestigiando al presidente Uribe, abusando verbalmente al gobierno y sus integrantes, amenazando con un rompimiento comercial, con rompimiento de relaciones, etc. Pero en su bajeza y de forma COBARDE usan para su desleal propósito, la sensibilidad humana y el horror que han despertado en todos los Colombianos los testimonios de los agonizantes, humillados y despreciados compatriotas que han estado retenidos por años y años, extorsionan a sus familiares y a Colombia entera con un canje, a cambio de que? Del olvido! de darles un sitio en nuestros barrios, en nuestros colegios, en nuestras universidades, en nuestra democracia en nuestra saciedad, haciendo como si nada hubiera pasado, quieren propagar el “síndrome de Estocolmo” (Te Temo tanto que te doy mi amor y todo lo que soy y tengo para que no me hagas mas daño) en todos los Colombianos y en cierta forma asi debería ser pues aunque unos pocos están en la selva, los secuestrados hemos sido todos no importa que no queramos verlo o que lo neguemos pero esa es la verdad, sin embargo podemos ser libres, por eso el 4 de Febrero salgamos a protestar contra las farc y Chávez, que no se les quite el titulo de terroristas, exijamos la libertad de TODOS los secuestrados, que respondan por los secuestrados que han sido asesinados también, que los devuelvan sin pedir un centavo por hacerlo, a cambio de nada! Es cuestión de humanidad no de política.

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  4. Bochica: comparto su preocupación respecto al funcionamiento de la justicia en el tema paramilitar. Lo peor que le puede pasar a Colombia es que no se llegue hasta las últimas consecuencias, no sólo en cuanto a los políticos, sino también con relación al sector empresarial y las fuerzas militares.

    En lo que si creo que no nos podemos equivocar es en replicar el discurso justificativo del terrorismo. Hay que tener claro que los problemas sociales son excusas y elementos para el discurso legitimador de las guerrillas, pero su razón de ser. Estos grupos buscan el poder, lo otro, es puro discurso para justificar su acción criminal. Eso no quiere decir que no se deba revisar el modelo de desarrollo y las políticas sociales.
    Reciba mi cordial saludo.

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  5. Neljar: gracias por su comentario. Lo importante es no legitimar de ninguna manera el terrorismo. Con propuestas como la del presidente venezolano no sólo se legitiman los atentados terroristas del pasado, sino lo del futuro. Es importante que los colombianos estemos dispuestos a conseguir la paz, pero que las FARC y el ELN tengan claro que ésta no puede ser sinónimo de impunidad. Afortunadamente, para recordarlo existe la Corte Penal Internacional.
    Reciba mi cordial saludo.

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  6. Anónimo, muchas gracias por su mensaje. Solo un comentario: me he recorrido Colombia por lo menos unas tres veces de arriba abajo, conversando con la gente y conociendo su realidad. Ha sido bastante gratificante.
    Reciba un cordial saludo.

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